La mermelada es una conserva de fruta cocida en azúcar. El origen de esta mezcla se debe los ancestrales métodos de conservación de las frutas. Los griegos de la antigüedad ya cocían membrillos en miel, según se recoge en el libro de cocina del romano Apicio.
Ingredientes y elaboración
La proporción de fruta y azúcar varía en función del tipo de mermelada y de la maduración de la fruta, pero el punto de partida habitual es cocer fruta en la misma cantidad en peso que de azúcar. Cuando esta mezcla alcanza los 104 °C, el ácido y la pectina de la fruta reaccionan con el azúcar y, al enfriarse, la mezcla se solidifica. Para esto es importante que la fruta contenga pectina. Algunas frutas con gran cantidad de pectina son: las manzanas, los membrillos, los cítricos, y numerosas frutas del bosque, exceptuando las fresas y las zarzamoras, por ejemplo. Para poder elaborar mermelada de estas últimas frutas se añade otra fruta con abundante pectina al dos por ciento (manzanas o jugo de limón, por ejemplo), y un buen truco sería añadir pipas de manzana, naranja o limones, que luego podemos quitar, pues en ellos hay gran cantidad de pectina.
El origen del nombre
Hay diferentes versiones sobre el origen del nombre. Uno dice que la palabra «mermelada» proviene del portugués marmelada que significa «confitura de membrillo» (membrillo se dice marmelo en portugués). Otra versión francesa dice que el nombre proviene del uso que se hacía de las naranjas y su contenido en vitamina C por parte de los marineros para combatir la «enfermedad del mar», el escorbuto, que ellos denominaban «mar-malade». Y hay otra versión que dice que el médico francés de la reina María Tudor combatía su falta de apetito y mareos con una mezcla de azúcar molida y naranjas, dando origen al «Mary-malade», que se transformó en «marmelade».
Un alimento saludable
La combinación de azúcar, un poderoso conservante, y las frutas nos ofrece uno de los dulces más consumidos y con unas peculiaridades nutricionales muy interesantes. Además es una de las formas de consumir frutas fuera de temporada pudiendo mantener la mayoría de sus cualidades, porque cuando consumimos una mermelada, además del dulzor se mantiene el mismo aroma y sabor de la fruta original.
Es un alimento con un gran aporte energético para el organismo. No nos aporta grasas, pero sí glucosa que debemos utilizar y que nos servirá para responder a momentos de alta actividad
Además, al aprovechar toda la pulpa de la fruta y en algunos casos hasta la piel, poseen altas cantidades de fibra que nos ayudan a mantener un tránsito intestinal correcto, el organismo libre de toxinas y mejorar la absorción de las grasas en los alimentos.
También destacaremos el aporte vitamínico de estos alimentos. Aunque la mayoría de las vitaminas de la fruta se eliminan al cambiar el estado, algunas perduran y nos servirán, al igual que los minerales.